viernes, 13 de noviembre de 2009

CARTA A UNA CONOCIDA

Hola de nuevo, sólo que esta vez, ya eres conocida:

Espero estés muy bien... No tengo cara para volver a escribir, siento que las cosas se hayan salido de mis manos, que no haya sabido llevar bien todo este asunto, las cosas se me salieron a un grado que ahora sólo podemos hablar por medios que la verdad son lo menos convenientes...

No he dejado de pensar en ti, te tengo todo el tiempo en mi mente, te llevo aquí, conmigo, lo más cerca del corazón posible. Sé que alguna vez dije que no iba a decir quién eras, pero terminaste enterándote, porque ya no había de otra. En serio, quisiera dar vuelta atrás el tiempo y no haberme fijado tanto en tu forma de ser, en general en tí, o haber controlado mi forma de ser... O más aún, me gustaría dar vuelta atrás el calendario y poderle decir a tu exnovio la niña que estaba dejando ir, abrirle los ojos para que no desperdiciara la gran oportunidad que se le estaba presentando.

Sé que hace poco quedamos en que ya sólo íbamos a hablar por esos medios que prefiero no mencionar, pero como esta carta la recibirás así, tengo la confianza de hacerlo... No te preocupes, te aseguro que será la última que haga, que desde ahora, todo será diferente, pero no quería quedarme callado, tenía la necesidad de hablar, no, de gritar como loco todo lo que aquí estoy escribiendo.

Quiero pedirte una disculpa por mi forma de ser, quiero pedirte una disculpa si en algunos momentos te he sacado de tus casillas, o si en algún momento he hecho o dicho algo que te lastimara o molestara, creeme que todo lo que hago, lo hago con la mejor intención del mundo, como te dije alguna vez, soy un libro abierto, y si algo odio es la falsedad, así que da por un hecho que esta carta para mi es igual de importante que la primera.

Quiero que sepas que siempre puedes contar conmigo, que siempre estaré para ti, sin importar la hora, el lugar, o lo que sea, siempre voy a estar disponible, por más que hasta en el MSN veas que dice que estoy ocupado o ausente.

No, no es una carta de despedida, ni mucho menos, al contrario, en esta carta es donde más quiero presentarme, donde quiero demostrarte que siempre voy a estar para ti, sé que parecerán puras palabras, pero como te dije alguna vez, soy enemigo de que lo que digan no lo cumplan, así que esto es como una prueba que siempre tendrás a la mano de que siempre puedes contar, y que todo lo que te diga, siempre va a ser verdad, si algo me caracteriza con mis amigos, es que siempre les hablo con la verdad y siempre de frente, como cuando dije que a esa niña desconocida, si me hiciera caso, nunca la lastimaría y buscaría dar lo mejor de mi, para que pueda tener lo que merece.

Me siento muy feliz de haberte conocido, no sólo por el hecho de que me hayas gustado, sino porque me pude dar la oportunidad de conocer a una super chava... Una chava que no sólo es super, sino que es increible, o mejor aún es super increible (jajaja, creo que me oí bastante fresa, pero bueno, las cosas como son, así que por más fresa que se oiga y redundante, podría ser algo así como Super Mega Hyper Giga Increible, o no sé... Jajaja), aunque muchas veces no lo demuestro, creeme que te entiendo y te apoyo con todas las decisiones que tomas, con todas las cosas que te han pasado... como alguna vez te dije, yo viví lo mismo, y sé de lo que hablo cuando lo hago.

Por mi parte, quiero que sepas que estoy muy bien, algo triste, porque ya no voy a poder salir contigo, pero estoy muy bien, porque tengo la esperanza de que eso algún día cambie, tengo la esperanza de que esto no será eterno, puede que me equivoque, pero tengo la esperanza de que no.

En sí, no sé porque escribí esta carta, no sé tampoco si tendré el valor de enseñártela, me siento como... como... no, la verdad no tengo ni idea de como me siento; me siento feliz, como ya lo dije; del mismo modo que dije que estaba algo triste; me siento enojado conmigo mismo por haber echado a perder todo; me siento nervioso, así como inseguro por lo que pueda venir después; me siento preocupado por la posibilidad de que mis esperanzas sean vanas... pero analizando todo esto, creo que el sentimiento que más prevalece es el de la felicidad...

Me pregunto si será por la hora que me estoy poniendo a escribir estas cosas, tal vez es que estaba muy presionado por la escuela y me relajé al ver mi promedio, no sé, la verdad, y no pienso echar culpas, simplemente lo estoy haciendo... ahora que hablo de echar culpas, creo que no echaré tampoco culpas de lo que pasó, acepto toda la responsabilidad de mis actos, aunque, a decir verdad, y como creo que ya lo mencioné, me gustaría retroceder el reloj, no haber tomado las decisiones de una manera errónea y dejar que todo siguiera como estaba, que me acompañaras a mi obra y la fiesta, poder acompañarte a lo de tu noche colonial, pero lo hecho, hecho está, posiblemente convencerte de que no te casaras con un compayito, y yo con una compayita, no todavía en plan de novios, pero si de amigos, echando el relajo, y no hay nada que esté en mis manos para remadiarlo, simplemente me queda esperar y mantenerme con paciencia en este tiempo aceptando lo acordado, por menos que me guste.

También quiero pedir una disculpa por mis mensajes mañaneros, aunque no lo creas: extraño hacerlo... al igual que tú me dijiste alguna vez que necesitabas que alguien te dijera un “Te amo”, te abrazara, te dijera: “Ten un bonito día amor”, yo también siento a veces esa necesidad, la necesidad de que me digan lo mismo, sentirme amado, llegar a la escuela con una sonrisa porque se que alguien en otro lado me está esperando, y pensando en eso, decidí mandar los mensajes, eran en plan de amigos, pero con la intención de que sintieras que alguien te deseaba un bonito día, y todas esas cosas, que aunque perfectamente sabía no ser aquél que te gustaría que te lo dijera, y que no eran las cosas que te gustaría que te dijeran, pero a fin de cuentas, llevaban a lo mismo, te pido una disculpa y te juro que ya no lo voy a hacer, porque me imagino que eso te molestó...

Me hubiera encantado que nada de esto hubiera pasado, para poder ayudarte de cerca a luchar contra tu pasado, poderte demostrar que en serio te entendía y que había sufrido lo mismo, y que aunque no fuera conmigo, demostrarte que quería que fueras feliz, que te volvieras a dar la oportunidad de amar a alguien y de ser amada... Yo lo sé perfectamente, cuando alguien te marca de una manera importante en la vida, no encuentras la manera de sacarlo de tu mente, a veces nos puede llevar demasiado tiempo, más del que uno quisiera, pero cuando logramos levantar la cabeza y mirar al frente, nos podemos dar cuenta de un enorme y hermoso mundo que nos invita a ser felices otra vez, lo difícil es levantar la mirada y podernos dar cuenta de todas esas pequeñas cosas que nos rodean, que nos hacen felices, que nos hacen decir: “Me aventé un año y medio desperdiciando mi tiempo” (no, no hablo de ese tiempo con la otra persona, porque a fin de cuentas, esas cosas son las que nos hacen como somos), y lo digo así, porque después de ese tiempo es lo que digo, si me hubiera levantado a tiempo, no hubiera hecho tantas tonterías, no me hubiera humillado como lo hice, no me hubiera arrastrado, no me hubiera autodedicado la de Creep, con eso de “Soy un arrastrado, soy un bizarro, ¿que demonios hago aquí? No pertenezco aquí”, o no hubiera cantado esa de: “Lo he perdido todo hasta la identidad, y si lo pidieras, más podría dar, es que cuando se ama nunca es demasiado”, pero lo hice, y caerme fue sencillo, enlodarme de pies a la cabeza, revolcarme en el lodo de la mediocridad fue todavía más sencillo, pero levantarme fue lo que más tiempo y esfuerzo me costó.

Me encantaría enseñarte un fantástico mundo, dejando que tu corazón sueñe; mostrarte cosas maravillosas, dejandote llevar a un mundo ideal, uno donde podamos decidir como vivir sin nadie que lo impida, un mundo que nunca hubieras imaginado. Mostrarte una fabulosa visión, crear un sentimiento divino, volando a un nuevo amanecer, donde puedas mirar lo que hay, conteniendo el aliento, viendo juntos miles de cosas, descubrir un horizonte, un mundo para los dos, donde cada instante sea un sueño, donde un mundo ideal nos rodee en todo momento, y poder llegar así, hasta donde sueñes tú, un mundo que podamos compartir, que podamos alcanzar, que podamos contemplar los dos juntos (Sí, lo saqué de la canción de Disney), pero creo que ayuda muy bien a describir lo que me encantaría lograr...

No quiero andar dando vueltas con los mismos asuntos, creo que he hablado un poco de todo y nada, pero son las cosas como iban saliendo, tampoco quería hablar de mi vida, mucho menos de los momentos que más me dolieron, pero son los que me convirtieron en lo que ahora soy, me hicieron un poco más sensible y mucho más realista, me hicieron darme cuenta de mis errores, y poder estar escribiendo hoy esta carta.

No voy a extenderme más, porque esta carta se está haciendo muy larga, sólamente quería darte las gracias, y de nuevo pedirte perdón por todo; darte las gracias por ser una buena amiga, y por haber salido conmigo ese viernes, te juro que nunca me la había pasado tan bien como ese día; decirte que en serio me encantaría un día poder ser esa persona que te acompañe en ese camino que suele ser pesado, pero antes que nada hermoso, que es la vida (maldición, creo que ya regresé a mis cursilerías), poder ser algún día ese que ya no mande esos mensajes de amigos, sino uno de “Hola amor, espero que tengas un bonito día, te amo, nos vemos el viernes” (o por qué no, sábado o domingo o claro, volarme alguna clase de entre semana, o más veces a la semana), poder algún día demostrar que cuando dije que me encantaría demostrarle a la desconocida que nunca la lastimaría, es totalmente cierto, y que lo puedo demostrar con hechos y no sólo con palabras, pero por ahora esta carta sirve también como prueba por si algún día todo eso se cumple... Último desvío de tema, pero me acordaba del día que me preguntaste que ¿Por qué no le decía a la niña que me gustaba todo eso de que no la iba a lastimar y que se lo demostraría con hechos y no con palabras? Bueno, creo que ya tienes la respuesta, la respuesta es: Porque todo se echa a perder... Regresando a lo que decía, también quiero que sepas que siempre voy a estar aquí para ti, para lo que necesites, sin importar el día, la hora o la distancia...

Cuidate mucho, pórtate bien, un besote, tq, y espero estés super bien desconocida que ahora es conocida... Cómo ya lo dije, es la última carta que hago (esperando que eso sólo sea temporal), ya lo dije, odio hacer estas cosas por este medio, pero no me queda de otra... Me encantaría me acompañaras a la fiesta y mi obra, pero creo que ya tomaste una decisión... Sólo espero puedas cambiarla... Como espero pudieras cambiar las demás decisiones...

¡¡¡Saludos!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario